En el Corte Inglés de Valencia había un vendedor que era conocido en su zona por una pericia inusitada en el instante de la venta. Un día, el gerente del edificio de Barcelona-Diagonal requirió sus servicios para fomentar la venta en uno de sus departamentos menos explotados: el de Caza y Pesca.
En su primer día, el gerente quiso comprobar "in situ" cómo, aquel supuesto monstruo de las ventas, conseguía encasquetar alguna cosa. Vio al hombre ocupado con un cliente y acudió al lugar intentando pasar desapercibido, para escuchar la conversación:
Vendedor: "Sí señor una buena caña pero, ¡permítame!, usted es un hombre de gran fortaleza física y quizá ésta no le de suficiente rendimiento si pesca una pieza grande, pongamos una lubina o un pulpo. Le sugiero éstas que nos acaban de llegar de Australia. Pura caña de bambú reformateada".
Cliente: "No sé yo...".
Vendedor: "No se hable más, además piense en sus compañeros de oficina, los va a dejar alucinados. Se lleva usted una Polaroid y se hace una foto con la pieza más grande que consiga. Va a ser la envidia del Departamento".
Cliente: "Hombre, nunca se me dio mal...".
Vendedor: "Claro que una buena caña no es nada sin un buen carrete, y en carretes sólo lo mejor de lo mejor. Mire éste, japonés, lo ultimo, 300 metros de hilo, doble resistencia, posibilidad de tres bloqueos. Y si se lleva hoy este modelo, - entre usted y yo, 35.000 ptas. es una ganga -, le regalamos un juego de plomos".
Cliente: "Sí que parece un buen carrete...".
Vendedor: "¿Buen carrete? mire yo con uno de éstos pesqué el verano pasado un atún de 7 Kilos. Una maravilla, claro que fue mar adentro, porque las piezas buenas sólo se pescan mar adentro. Me refiero a que a la playa no van a venir, ¿me entiende usted?".
Cliente: "Sí claro, entonces...".
Vendedor: "Una zódiac, es la mejor opción, ahora precisamente tenemos, aquí en la sección de al lado una que estaba de muestra y que le saldrá tirada, oiga, ti-ra-da".
Cliente: "Bueno, yo tampoco pensaba en...".
Vendedor: "¿Pero usted que quiere? ¿pescar o ir de tiendas? Las cosas o se hacen bien o no se hacen y usted es una persona que sabe como se hacen las cosas, lo supe desde que le vi".
Cliente: "Bueno, hace dos años fui administrativo del mes y...".
Vendedor: "¿Qué le dije?, es usted un hombre que ha nacido para ganar. ¿Quiere pescar? ¡pescará!, ¡vaya si pescará!, claro que la Zódiac necesita un motor, y el mercado de segunda mano no merece la pena, ya sabe... importación paralela, sin papeles, vamos que meten unos pufos por ahí... Déjese, que tenemos un modelo de Yamaha por 175.000 ptas. ¡No se lo podrá creer!, ¡qué sensación de libertad! El aire en la cara, las olas salpicando..., ¡no sigo!, ¡no sigo! porque me está dando una envidia...".
Cliente: "Lo de la barca no es mala idea, pero ¿cómo la llevo?".
Vendedor: "Si quiere buscar excusas, ¡búsquelas!, si lo que quiere es disfrutar, ¡busque soluciones! Usted no va sólo a pescar, sino que va a pasar unos días en contacto con la naturaleza, a encontrarse a si mismo. No le creo tan ignorante como para pasar tres noches en uno de esos Hoteles para aficionados. Usted lo que necesita es una caravana, no es necesario que sea muy grande, con una cuatro plazas tiene de sobra, y así resuelve el problema de la zódiac, ya que podrá llevarla arriba. No sabe el dineral que se va a ahorrar en hoteles. Además de inteligente creo que es usted un hombre de suerte".
Cliente: "Bueno, yo siempre me distinguí por ser una persona responsable y con iniciativa...".
Vendedor: "Bueno, ya se lo he preparado todo: será la caña, el carrete (con los plomos de regalo), la Polaroid, la zódiac, el fuera-borda, la caravana y el juego completo de aparejos de pesca de bajura. Total: 1.123.437 ptas. que podrá pagar en tres cómodos plazos. ¡firme, firme aquí...! Muchas gracias encantado y que tenga usted una buena pesca...".
El gerente se acerca alucinado al vendedor, con los ojos que se le salían de las órbitas.
Gerente: "Me ha dejado boquiabierto, ¡qué seguridad!, ¡qué psicología!, ¡qué dominio de la materia!, es usted impresionante, no lo he visto en mi vida, un tío que venía a comprar una caña de pescar, y le ha vendido usted medio departamento.
Vendedor: "¿Una caña? No, se equivoca: ese señor no venia a comprar una caña. Lo que ha ocurrido es que me lo he encontrado en las escaleras y me ha preguntado donde podría comprar unos támpax, y yo le he dicho: "Pero hombre ¿vas a pasar cinco días sin follar y no vas a aprovechar para ir de pesca...?".
¿Tú cómo lo ves?
En su primer día, el gerente quiso comprobar "in situ" cómo, aquel supuesto monstruo de las ventas, conseguía encasquetar alguna cosa. Vio al hombre ocupado con un cliente y acudió al lugar intentando pasar desapercibido, para escuchar la conversación:
Vendedor: "Sí señor una buena caña pero, ¡permítame!, usted es un hombre de gran fortaleza física y quizá ésta no le de suficiente rendimiento si pesca una pieza grande, pongamos una lubina o un pulpo. Le sugiero éstas que nos acaban de llegar de Australia. Pura caña de bambú reformateada".
Cliente: "No sé yo...".
Vendedor: "No se hable más, además piense en sus compañeros de oficina, los va a dejar alucinados. Se lleva usted una Polaroid y se hace una foto con la pieza más grande que consiga. Va a ser la envidia del Departamento".
Cliente: "Hombre, nunca se me dio mal...".
Vendedor: "Claro que una buena caña no es nada sin un buen carrete, y en carretes sólo lo mejor de lo mejor. Mire éste, japonés, lo ultimo, 300 metros de hilo, doble resistencia, posibilidad de tres bloqueos. Y si se lleva hoy este modelo, - entre usted y yo, 35.000 ptas. es una ganga -, le regalamos un juego de plomos".
Cliente: "Sí que parece un buen carrete...".
Vendedor: "¿Buen carrete? mire yo con uno de éstos pesqué el verano pasado un atún de 7 Kilos. Una maravilla, claro que fue mar adentro, porque las piezas buenas sólo se pescan mar adentro. Me refiero a que a la playa no van a venir, ¿me entiende usted?".
Cliente: "Sí claro, entonces...".
Vendedor: "Una zódiac, es la mejor opción, ahora precisamente tenemos, aquí en la sección de al lado una que estaba de muestra y que le saldrá tirada, oiga, ti-ra-da".
Cliente: "Bueno, yo tampoco pensaba en...".
Vendedor: "¿Pero usted que quiere? ¿pescar o ir de tiendas? Las cosas o se hacen bien o no se hacen y usted es una persona que sabe como se hacen las cosas, lo supe desde que le vi".
Cliente: "Bueno, hace dos años fui administrativo del mes y...".
Vendedor: "¿Qué le dije?, es usted un hombre que ha nacido para ganar. ¿Quiere pescar? ¡pescará!, ¡vaya si pescará!, claro que la Zódiac necesita un motor, y el mercado de segunda mano no merece la pena, ya sabe... importación paralela, sin papeles, vamos que meten unos pufos por ahí... Déjese, que tenemos un modelo de Yamaha por 175.000 ptas. ¡No se lo podrá creer!, ¡qué sensación de libertad! El aire en la cara, las olas salpicando..., ¡no sigo!, ¡no sigo! porque me está dando una envidia...".
Cliente: "Lo de la barca no es mala idea, pero ¿cómo la llevo?".
Vendedor: "Si quiere buscar excusas, ¡búsquelas!, si lo que quiere es disfrutar, ¡busque soluciones! Usted no va sólo a pescar, sino que va a pasar unos días en contacto con la naturaleza, a encontrarse a si mismo. No le creo tan ignorante como para pasar tres noches en uno de esos Hoteles para aficionados. Usted lo que necesita es una caravana, no es necesario que sea muy grande, con una cuatro plazas tiene de sobra, y así resuelve el problema de la zódiac, ya que podrá llevarla arriba. No sabe el dineral que se va a ahorrar en hoteles. Además de inteligente creo que es usted un hombre de suerte".
Cliente: "Bueno, yo siempre me distinguí por ser una persona responsable y con iniciativa...".
Vendedor: "Bueno, ya se lo he preparado todo: será la caña, el carrete (con los plomos de regalo), la Polaroid, la zódiac, el fuera-borda, la caravana y el juego completo de aparejos de pesca de bajura. Total: 1.123.437 ptas. que podrá pagar en tres cómodos plazos. ¡firme, firme aquí...! Muchas gracias encantado y que tenga usted una buena pesca...".
El gerente se acerca alucinado al vendedor, con los ojos que se le salían de las órbitas.
Gerente: "Me ha dejado boquiabierto, ¡qué seguridad!, ¡qué psicología!, ¡qué dominio de la materia!, es usted impresionante, no lo he visto en mi vida, un tío que venía a comprar una caña de pescar, y le ha vendido usted medio departamento.
Vendedor: "¿Una caña? No, se equivoca: ese señor no venia a comprar una caña. Lo que ha ocurrido es que me lo he encontrado en las escaleras y me ha preguntado donde podría comprar unos támpax, y yo le he dicho: "Pero hombre ¿vas a pasar cinco días sin follar y no vas a aprovechar para ir de pesca...?".
¿Tú cómo lo ves?
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6 comentarios:
Muy bueno. Menos mal que no me he encontrado ninguno de estos ...
jajajaja.. ya lo conocia .. pero es buenisimo cada vez que lo leo me parto de risa
Hola
jajaja buenisimo el post
Gracias por pasarte y linkear, yo ya te he linkeado
www.internetynoticias.blogspot.com
www.zuperwebs.blogspot.com
saludos
Ten un buen día
XD, al final le iba a vender la casa de campo para cuando terminara la pesca.
Porque no vendían casas en El Corte Inglés, que sino, fijo que se la venden.
Muy bueno el chiste, y haberlos haylos vendedores así.
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